martes, 15 de marzo de 2011

¡Se siente, se siente, Antonio está presente!

Como habrán deducido por el título del post, me llamo Antonio. Además, apellido Ramos García. No provengo de una familia adinerada ni de antiguo abolengo. No soy un Domingo de Ramos, ni pariente en tercer grado de Charly García. Ni siquiera conozco mi árbol genealógico, y dudo -por otra parte- que sea mayor a un raquítico arbusto de tundra alto andina. 

Tengo cuarenta años, que no se detienen para tomarse un respiro; una calva frontal, que ya no podría considerarse incipiente; un trabajo miserable, de paga mensual que suele terminarse en doce días; un pasado sin gloria; y, un futuro que, sólo luego de media docena de cervezas, tiene expectativas. Además, tengo dos hijos - y a pesar de vivir con ellos, a veces dudo que sepan que existo-; tengo una esposa sin sexo y solía tener una amante hasta que se acabó el sexo y decidí que no estaba preparado para dos matrimonios idénticos. 
Tengo, en resumen, una vida común -muy cercana al promedio-; y, tengo este blog por la sencilla razón de que lo que no tengo en absoluto, son amigos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario